lunes, 10 de septiembre de 2007

Métodos para evitar ladridos molestos







Un ladrido normal, que avisa a sus propietarios de irregularidades no sólo es normal, sino útil e incluso saludable para el perro. Sin embargo, los dueños que permiten que sus perros ladren excesivamente están creando un problema para el público y pueden ser denunciados, además de crear un rechazo por parte de sus vecinos. Vamos a ver por qué se produce este hecho y qué formas tenemos para reducir e incluso eliminar el ladrido excesivo, haciendo al mismo tiempo que el animal no sufra estrés y tenga una mayor y mejor relación con sus dueños.






Los perros ladran por muchas razones. Algunas razas de caza, como el Basset Hound y los Terrier, los utilizan para que ladren mientras comienza la caza, y otros como el Husky, el Alaskan y el Samoyedo aúllan, para estimular y dirigir a la manada. Eliminar este comportamiento heredado en estos perros puede ser difícil.





Tomado de mascotas.com

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Carta de un perro a su amo

Querido amigo:

*Mi vida dura de 10 a 15 años. Cada separación de ti es para mí un sufrimiento. Piénsalo bien antes de adquirirme.

*Dame tiempo para comprender lo que quieres de mí.

*Infúndeme confianza, vivo de ella.

*¡No te enojes demasiado conmigo y no me encierres como castigo a ti!

*Habla conmigo de vez en cuando.

*Aprende a tratarme como es debido. Yo nunca lo olvido.

*Antes de pegarme, piensa que mis mandíbulas podrían destrozar fácilmente los huesitos de tu mano, y sin embargo, no hago uso de ellas.

*Antes que me tildes de "inútil", "testarudo", "perezoso", cuando me pides que haga algo, piensa que ha podido hacerme daño la comida o que he estado demasiado tiempo al sol o que mi corazón está cansado.

*Ocúpate de mí cuando llegue a viejo; también tu lo serás algún día.

*¨Quiero que estés a mi lado cuando llegue ese difícil trance. No digas nunca: "¡no puedo resistirlo!", o "que suceda cuando yo no me halle presente". Todo me resultará más fácil si estás conmigo.

Italianos gastan 4.700 millones de euros anuales en sus mascotas

EFE -Los italianos gastan 4.700 millones de euros (4.289 millones de dólares) al año en alimentar, cuidar y mimar a sus animales de compañía, según un artículo publicado hoy por el diario "La Repubblica".

Los gatos, perros y otras mascotas se han convertido en un verdadero negocio en el país, donde son 14,5 millones, superando incluso el número de niños de 0 a 15 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (ISTAT).

De esos 4.700 millones de euros anuales, los italianos invierten 322 millones en comprar dichos animales, 1.200 se les van en comida, 2.000 en tratamiento veterinario, 580 en medicinas y 128 en limpieza o entrenamiento, según un estudio del instituto Eurispes.

La cifra en gastos por accesorios aumenta considerablemente si se elige alguna de los cientos de modelos de bolsas de transporte para perros y que pueden llegar a costar 400 euros si se opta por las de una conocida marca de moda italiana.

Según la Asociación de Médicos Veterinarios italianos, criar un perro de talla mediana cuesta unos 700 euros al año, pero si se cae en la tentación de alimentarle con comida de lujo, la cosa puede subir hasta los 1.825 anuales.

Las ofertas de comida para animales de compañía se multiplican y se puede pasar de la clásica lata de carne a 0,87 euros al kilo, al alimento con carnes de alta calidad o cocina de diseño que cuestan unos 12 euros al kilo.

Unas galletitas con miel para el lorito casero pueden llegar a costar 33 euros el kilo.
El informe de Eurispes revela que el italiano suele obligar a su animal de compañía a "comportamientos humanizados, que les alejan de sus normales costumbres".
Según el estudio, el 57 por ciento de los italianos compra a su perro un regalo por Navidad.

El gato que predice la muerte

La mascota de un geriátrico de EEUU identifica a los internos que están a punto de fallecer.
Una reputada revista médica recoge un estudio sobre Óscar, que hasta ahora ha apuntado 25 defunciones.

Hay dos opciones: pueden imaginarse una historia de terror o una de esas fábulas en las que quienes sufren parten reconfortados hacia otro lugar, el otro lugar. La explicación científica, si la hay, apela menos a la imaginación y al corazón.

Lugar: la tercera planta de un geriátrico de Providence (EEUU), donde pasan sus últimos días ancianos terminales y dementes. El protagonista: Óscar, un gato de 2 años con siete vidas y un sexto sentido que le permite vaticinar la muerte de los enfermos. Actores secundarios: los 25 pacientes a los que el ronroneo de Óscar acompañó durante sus últimas horas.

"Óscar no yerra. Parece que sabe cuándo los pacientes están a punto de morir", dice David Dosa, el médico que esta semana publicó un estudio sobre Óscar en The New England Journal of Medicine.
Como todos los gatos, a Óscar le gusta holgazanear y que lo alimenten. Pero desde que las enfermeras del geriátrico lo sacaron de la calle, tiene un trabajo: impasible, cada día recorre los pasillos de la tercera planta y entra en las habitaciones de los enfermos terminales.
Allí, la mascota empieza su ritual. Por muy mal que estén los pacientes, si no percibe la inminencia de la muerte, no les hace caso. Los mira, olfatea la estancia y se va. Pero a veces Óscar sube a la cama del enfermo, lo olisquea, se acurruca junto a él y ronronea.

Invariablemente, horas después, cuatro a lo sumo, el enfermo fallece. "El gato siempre se las arregla para aparecer y siempre lo hace en las últimas horas", explica Joan Teno, doctora del geriátrico.
Al principio, el personal médico pensó que era casualidad. Pero ahora, cuando descubren que Óscar ronronea a un paciente, las enfermeras se apresuran a llamar a los familiares. Algunos parientes quieren que Óscar se quede con ellos, ya que creen que su presencia reconforta a unos moribundos que hace tiempo que dejaron de saber dónde estaban. Otros, sin embargo, piden que el gato agorero sea desalojado. Y entonces, Óscar se pone hecho una furia: maúlla, araña la puerta de la habitación, se pasea arriba y abajo sin alejarse del lecho de muerte.

Invariablemente, esté fuera o dentro, cuando el paciente expira, el felino se retira. En el geriátrico hasta le han dedicado una placa: "A Óscar el gato, por su compasivo cuidado de los pacientes".

Cuentan quienes lo conocen que Óscar parece un gato normal. Se deja acariciar, pero no es especialmente simpático ni cariñoso, sino más bien distante y en ocasiones hasta gruñón. Se sabe que los gatos pueden sentir que sus dueños están enfermos, intuir los cambios de clima y predecir terremotos.

Pero los especialistas en comportamiento animal citados por la prensa estadounidense están perplejos con Óscar. A lo mejor el gato detecta algún sutil cambio en el metabolismo de los enfermos, pero lo que es chocante es que muestre tanto interés por los moribundos. "Puede que haya alguna explicación química", aventura Teno.

El nombre más popular para perros

Hay más de 1200 perros llamados Max en Nueva York, lo que convierte al nombre en el más popular entre los más de 100.000 caninos registrados en esa ciudad, según las estadísticas divulgadas por el departamento de salud de la ciudad. Max es seguido de Lucky, Princess, Rocky y Buddy.

Según la ley neoyorquina, todos los perros deben estar registrados y lucir una licencia en su collar cuando están en espacios públicos, pero los funcionarios estiman que solo el 20% de los dueños adhieren a esta regla.En el 2005, las razas mezcladas, con 7.374 nuevas licencias, sobrepasaron otras variedades.

Le siguieron la raza de Labrador retriever. Pit bulls y Shih Tzus se llevaron el tercero y cuarto puesto respectivamente, mejorando el cuarto y quinto logrado el año anterior. Los Pastores alemanes quedaron de quintos, bajando del tercer lugar obtenido antes.
(En la foto Bongo, mascota de la doctora Barnett)