viernes, 30 de noviembre de 2007

Cientificos Identificaron el Gen que Determina la Variedad del Tamaño de los Perros

Por Clarin.com

La mutación del gen IGF1 hace que la de los perros sea la especie de mamíferos con mayor diferencia de tamaños entre sus ejemplares. El descubrimiento, publicado hoy por la revista Science, puede ayudar en la investigación del cáncer en seres humanos.

La existencia de perros de tan diversos tamaños es determinada por un solo gen, según un estudio anunciado hoy por genetistas estadounidenses. Según los expertos, el descubrimiento –publicado hoy por la revista Science– puede ser un modelo para investigar las causas de los rasgos morfológicos y de enfermedades, como por ejemplo el cáncer.

Los perros son los mamíferos con mayor variedad de tamaños. Los científicos basaron sus estudios en unos mil perros de agua portugueses, una raza en la que los ejemplares pueden pesar de 11 a 34 kilos. La clave fue hallada en una variación del gen IGF1, luego de una comparación del ADN y de que identificaran la zona del genoma canino que difiere entre pequeños y grandes perros.

El IGF1 actúa sobre la producción de una hormona de crecimiento. Otro análisis reveló que los perros caniches son más grandes cuando su sangre contiene más de esta hormona. Una versión defectuosa de este gen puede ocasionar el pequeño tamaño de los ratones y también, en casos muy raros, en los humanos.

Para corroborar los datos obtenidos, una segunda etapa de la investigación se centró en 3.241 perros de 143 razas distintas, desde las más grandes a las más pequeñas. "Todos los perros que pesan menos de 9 kilos tienen la misma variación de este gen", explicó Gordon Lark –biólogo de la universidad de UTA, uno de los 21 coautores de la investigación–, quien calificó el hallazgo de "extraordinario".

"Este trabajo demuestra la utilidad del modelo de investigación genética del perro doméstico para descubrir genes que juegan roles clave" en los mamíferos, indicó Carlos Bustamante, profesor de biología de la universidad de Cornell, en Nueva York, otro de los autores del trabajo.
Elaine Ostrander, una de las responsables del Instituto Nacional de Investigación sobre el Genoma Humano (NHGRI), en Estados Unidos, que codirigió el estudio, remarcó que la familia del gen IGF1 cumple un papel importante en el cáncer de próstata.

Según los investigadores, la mutación del IGF1 no existe actualmente en el lobo, animal del que el perro desciende en la evolución, por lo cual se cree que comenzó con la domesticación del animal por parte del hombre (hace 12.000 o 14.000 años). Pueden haberlo heredado de un lobo muy pequeño, que –al no poder sobrevivir solo en la naturaleza– se habría extendido bajo la protección de los humanos.

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