Los tumores mamarios son una patología bastante frecuente en perras de distintas edades, y un poco menos en gatas.
Existen diferentes tipos de tumores, algunos son benignos y de mejor pronóstico, otros no tanto.
Es muy común oír que aquellas perras que nunca han tenido cría se enferman, y es oportuno aclarar que esto no es cierto.
Existen diversos factores que intervienen en el desarrollo del cáncer, tanto en animales como en humanos. Factores genéticos, stress, alimentación, hormonales, predisposición individual, etc.
Hay perras que nunca han tenido cría y en algún momento de su vida desarrollan tumores de mama, otras que sí han tenido cría y lo mismo se enferman, y viceversa.
Lo único que ha sido comprobado a partir de estadísticas realizadas, es que perras que han sido esterilizadas antes de su primer celo tienen posibilidades casi nulas de enfermar; las que han sido esterilizadas entre su primer y segundo ciclo, tienen un 50% de posibilidades; y en el resto, en forma aleatoria.
Pero no existen fórmulas exactas ya que la medicina no es una ciencia exacta.
Sí esta comprobado que, por ejemplo, el uso indiscriminado o casi continuo de hormonales como anticonceptivos aumenta la predisposición a enfermar, lo mismo que aquellas perras que presentan pseudopreñez (embarazo psicológico) a repetición, que por un aumento de tejido fibroso en la glándula pueden con los años preparar el terreno para patologías mamarias.
En el caso de los felinos, en general, los tumores mamarios son mucho menos frecuentes que en caninos, pero cuando se presentan, en un gran porcentaje son malignos y de evolución rápida.
En todos los casos, la mejor manera de prevenir las complicaciones es hacer una detección precoz para extirparlos mediante cirugía de manera temprana, lo cual provee de mayor y mejor calidad de vida en los pacientes.
El principal amigo del cáncer es el miedo a consultar, ¡recuérdelo!
Por:
Dra. Silvia Belliard
martes, 20 de noviembre de 2007
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