Todos hemos escuchado el cuchicheo que hace un minino al dormir; es el famoso ronroneo, que además de ser una vocalización felina, es una rareza fisiológica, propia del gato y es un elemento de comunicación y forma de expresión.
En cuanto a cómo se produce existen tres teorías que intentan explicar el mecanismo del ronroneo.La primera de estas teorías que actualmente ha perdido vigencia, dice que el gato, además de las cuerdas vocales, posee otras estructuras denominadas pliegues vestibulares, o falsas cuerdas vocales, que por fricción producen la vibración o ronroneo.
Una segunda teoría, explica el ronroneo, como el producto de la contracción de algunos músculos laríngeos, que modificando las presiones, producen las vibraciones, que se traduce en el ronroneo.
Una tercera teoría, explica el ronroneo como el producto de las turbulencias producidas por el flujo sanguíneo, proponiendo el ronroneo, como un fenómeno hemodinámica, y no aerodinámico. Según esta teoría, la vibración se origina en la vena cava posterior. La contracción de los músculos a su alrededor, al atravesar el diafragma, comprime el flujo sanguíneo, provocando así transición de flujo suave a turbulento, lo cual produce oscilaciones que son transmitidas y amplificadas por los bronquios llenos de aire y la tráquea, hacia los senos de la cabeza, produciéndose el ronroneo.
Para la hembra es fundamental, ya que en el trabajo de parto con ronroneos continuos, poderosos y rítmicos, estos sirven para que los cachorros que son débiles, ciegos, sin mucho sentido del oído y olfato, encuentren ubicación para ser amamantados. También actúan como calmantes para la gata en la labor de parto.
A los pocos días de haber nacido, los gatitos comienzan a ronronear mientras maman, con lo cual la madre recibe la información de que el flujo lácteo es el correcto y que todo marcha bien.
Cuando son más grandes los ronroneos son una señal para llamar a comer a los gatitos, y sirven de comunicación con su camada, y se crea una estrecha relación familiar.
Para los gatos adultos es importante como señal de sumisión de un gato frente a otro dominante, reduciendo así las posibilidades de pelea, al transmitirse un sentimiento de paz y reconciliación. Durante el cortejo y el acto sexual, la hembra ronronea continuamente.
Y al estar cerca de su amo es en agradecimiento.
viernes, 9 de mayo de 2008
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