Un estudio publicado en la revista científica Virus Research advertiría sobre una alta presencia en la Argentina de una variante del Parvovirus canino que provoca una enfermedad en cachorros de hasta aproximadamente 6 meses de edad, causando gastroenteritis hemorrágica.
"En el 91 % de las muestras el virus detectado correspondió a la cepa CPV2c. El Parvovirus evoluciona continuamente; la primera cepa, descrita en la década de los años 70, se denominó CPV-2 (actualmente presente en las vacunas comerciales). Después aparecieron de manera cronológica las variantes CPV-2a y CPV-2b en la década del 80. La ultima variante (CPV-2c), descripta por primera vez en Italia en 2001, fue detectada en nuestro país, luego de un brote en Bahía Blanca en 2009, detectándose luego en el resto del país. Sin embargo, el análisis posterior de muestras demostró que esa variante ya había estado presente en Argentina, desde el 2003", indicó la doctora Marina Gallo Calderón, investigadora de CONICET, quien realizó el estudio bajo la dirección del doctor José La Torre, director del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein.
La diferencia a nivel clínico entre la cepa CPV2c (identificada por los autores del estudio) y las otras variantes, es que puede producir un cuadro clínico atípico que incluye diarreas no sanguinolentas y que asemeja a una enfermedad hepática o renal.
"Estas manifestaciones clínicas pueden llegar a confundir a los veterinarios clínicos, haciendo dificultoso su diagnostico", subrayaron los investigadores. Y agregaron que el diagnostico molecular (PCR) resulta importante para descartar esta grave infección.
"La sintomatología atípica y el hecho de que la diferencia entre el CPV-2b y CPV-2c radica solamente en un aminoácido (una molécula orgánica), hacen muy dificultosa su identificación por los procedimientos clásicos. Resulta pues necesaria la aplicación de técnicas moleculares tales como PCR y secuenciación del ADN para su identificación", destacó el doctor La Torre.
Asimismo los investigadores señalaron que las vacunas actuales no preparan al organismo de los perros para defenderse en forma efectiva de la cepa CPV2c.
"Se trata de una nueva variante de virus que puede incluso afectar también a cachorros que recibieron la vacuna convencional, y particularmente los que no completaron el esquema de vacunación recomendado (3-4 dosis iniciales, con revacunación anual)", explicó la doctora Gallo Calderón.
En este sentido, La Torre afirmó que es recomendable producir nuevas vacunas que sean efectivas contra todas las cepas de parvovirus hasta ahora identificadas, incluyendo la cepa CPV2c.
Las vacunas son herramientas importantes, pero no suficientes, subraya la doctora Gallo Calderón. Y concluye: "Para prevenir la enfermedad, recomendamos realizar la vacunación en tiempo y forma, de acuerdo con lo recomendado por los protocolos internacionales. Asimismo es preciso realizar una limpieza y una desinfección de las áreas donde hubo animales infectados; no llevar a los animales a establecimientos en los cuales pudo haber infección; solicitar al veterinario que concurra al domicilio para efectuar la vacunación; y todas las medidas higiénico- sanitarias recomendadas por nuestros veterinarios o por las autoridades sanitarias como por ejemplo, la eliminación de materia fecal de la vía pública."
Fuente :http://es-us.noticias.yahoo.com
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